Cuando uno se decide a tocar un nuevo instrumento lo cierto es que es un auténtico reto. La dificultad reside principalmente en las nociones de música que se tengan con anterioridad, además de la posibilidad de dedicarle tiempo y los objetivos que se tengan, ya que no es lo mismo aprender como hobby que querer dedicarse a ello de manera profesional.
Mientras que lo segundo requiere de una gran entrega diaria para poder alcanzar un alto nivel y poder trabajar de ello, verlo como una nueva afición que aprender por diversión se puede tomar de una manera más calmada.
Lo cierto es que existen muchas maneras de comenzar, y cada persona necesita un método de aprendizaje distinto dependiendo de muchos factores. Pero, antes de entrar a valorar cómo hacerlo, queremos presentarte tres razones por las que deberías hacerlo, para que lo primero sea la motivación y ganas de adentrarse en un mundo tan especial.
¿Te has planteado tocar el piano por diversión?
Para poder empezar y con la intención de alejar la idea de abandonar este nuevo proyecto, lo más importante es tener una idea clara de por qué se quiere hacer, además de unas metas cercanas que ir cumpliendo para saber que estás avanzando.
Objetivamente, el empezar a tocar un nuevo instrumento trae multitud de beneficios, tanto a nivel personal como cognitivo. Te presentamos tres razones (de las muchas que hay) para no dejar pasar este propósito y disfrutar de la música desde otro punto de vista.
Relajación y reducción del estrés
Comenzamos por uno de los más claros, pero a la vez más ciertos. Tocar el piano es una forma excelente de relajar tanto la mente como el cuerpo. Al concentrarse en las notas correctas, leer la partitura o la técnica a utilizar, nos olvidamos de las preocupaciones de nuestra vida y podemos sumergirnos en un mundo ajeno lleno de tranquilidad.
Cuando se aprende por diversión y voluntad, la presión es más baja, y es agradable disfrutar del camino y de las nuevas sensaciones que se van sintiendo. Además, existen numerosos estudios que ya han demostrado que la música puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, por lo que finalizar el día dedicándole un tiempo a esta actividad puede ser útil para reducir estos estados nada beneficiosos para nuestro cuerpo y mente.
Desarrollo cognitivo
Por otro lado, y como os habéis podido imaginar, esta actividad proporciona muchas ventajas para nuestro cerebro, ya que tocar el piano requiere de una gran cantidad de habilidades cognitivas. Entre ellas, ayuda a optimizar tu memoria. Por ejemplo, en el documental ‘Alive Inside’ se mostró cómo la música tiene un gran poder para combatir el Alzheimer.
También indudablemente mejora tu coordinación, ya que no es solo tocar el instrumento si no también aprender a hacerlo. Cuando hacemos el proceso de aprender, las mismas conexiones entre neuronas se transforman, lo que lleva implícito que te activas intelectualmente. La concentración en el instrumento es sinónimo de coordinar las habilidades motoras con la lectura misma del sonido.
Como se puede apreciar, la música en sí misma ya ayuda a mejorar el rendimiento cerebral, aumentando también la capacidad de aprendizaje. Por lo que es realmente interesante que una actividad que se hará por disfrute también ayude a mejorar de diversas maneras.
Diversión y autoexpresión
Por último, pero no menos importante, está el factor diversión y el fomento de la creatividad. Es posible utilizar la música como forma de expresión, ya que cada persona tiene su propio estilo y toca el instrumento de manera distinta.
Esta es una oportunidad perfecta para auto-descubrirse y conocer otros autores, obras y canciones para fomentar la propia cultura musical. No hay que olvidar también el factor social, y es que esta pasión común puede ayudar a crear nuevos vínculos o promover el compartir con los nuestros esta nueva habilidad.
Cómo empezar el tocar el piano
Tras saber todos los beneficios que trae tocar un instrumento, y más concretamente el piano, llega el saber cómo empezar. Los comienzos siempre son difíciles, por ello una guía rápida con consejos viene bien para no estar perdido.
Lo primero viene de escoger el piano o teclado adecuado, ya que en la primera búsqueda podrás ver que hay una infinidad de opciones, y si comienzas desde cero, es fácil no saber orientarte. Es importante saber que hay teclados digitales, pianos digitales y pianos acústicos, y dependiendo de tus necesidades es mejor comprar unos u otros.
Cuando se tiene el propio instrumento escogido, posteriormente hay que tener claro el método de aprendizaje. Lo más aconsejable son las clases tradicionales, ya que existe una atención personalizada que puede ver tus fallos en directo y corregirlos. Por otro lado, sin embargo, también hay multitud de videotutoriales y aplicaciones de aprendizaje si lo que se quiere es aprender por uno mismo.
En el piano es muy importante la técnica que se utiliza, la colocación del asiento y la postura de la parte inferior del cuerpo, pero también de la parte superior. Entender bien e interiorizar esto desde un principio será muy beneficioso para acostumbrarse y no tener que modificarlo después. Respecto a las teclas, la propia técnica también es clave, y el objetivo final es conseguir el mayor control posible y maximizar el rango dinámico, es decir, la gama de volúmenes disponibles para el pianista.
Una formación adaptada a tus necesidades
Tras todo ello, queda empezar a practicar, entender cómo leer partituras, fijarse metas realistas y factibles, escuchar a los grandes maestros de la música clásica para inspirarse y tomarlo con calma para poder disfrutar del camino. Con todo ello, desde Filarmonía de Madrid os recomendamos nuestras clases de instrumento. Nuestros profesores son integrantes de nuestra orquesta y realmente se adaptan a las necesidades de cada alumno, por lo que es la mejor forma de comenzar de la mano de profesionales.
Ofrecemos todas las especialidades, edades y niveles, y tenemos muy en cuenta todos los consejos que hemos reflejado en este artículo. Además, los profesores siempre intentan que las clases sean realmente divertidas e interactivas, con la intención de seguir manteniendo la motivación y ese deseo de aprender por disfrute. Desde luego, la mejor manera de adentrarse en el maravilloso mundo de aprender a tocar el piano.